En los Alpes Berneses, frente al pico Jungfrau, el valle Lauterbrunnen permanece oculto... Resguardado del mundanal "ruido", este resort de Wengen baila al ritmo de las montañas, en perfecta sintonía con ellas. Los placeres de las cumbres, tanto en verano como en invierno, se reúnen aquí armoniosamente. Nada perturba esta exuberancia, esta autenticidad. No hay ni un coche a la vista. Este enclave es la Meca del esquí y el senderismo. Solo las idas y venidas del tranvía de Wengernalp y usted, en la plataforma, con una copa en una mano y una rosquilla de Brienz en la otra. La belleza de la sencillez.
En los Alpes Berneses, frente al pico Jungfrau, el valle Lauterbrunnen permanece oculto... Resguardado del mundanal "ruido", este resort de Wengen baila al ritmo de las montañas, en perfecta sintonía con ellas. Los placeres de las cumbres, tanto en verano como en invierno, se reúnen aquí armoniosamente. Nada perturba esta exuberancia, esta autenticidad. No hay ni un coche a la vista. Este enclave es la Meca del esquí y el senderismo. Solo las idas y venidas del tranvía de Wengernalp y usted, en la plataforma, con una copa en una mano y una rosquilla de Brienz en la otra. La belleza de la sencillez.