Fuera, el brillo del Mediterráneo lo ocupa todo.
Dentro, en la calma, un entorno inmaculado, bañado por el sol.
Les Roches Rouges crean días hermosos.
Fuera, el brillo del Mediterráneo lo ocupa todo. Dentro, en la calma, un entorno inmaculado, bañado por el sol. Les Roches Rouges crean días hermosos.
Entre el Mediterráneo y la Provenza, Cannes y Saint-Tropez, parajes naturales y callejuelas sombreadas, Saint-Raphaël se extiende y se relaja. Por un lado, en los senderos resplandecientes del Estérel; por otro, a lo largo de las calas bañadas por el mar Mediterráneo. Todo está allí. Una combinación de tierra y mar que te impresiona...
Entre el Mediterráneo y la Provenza, Cannes y Saint-Tropez, parajes naturales y callejuelas sombreadas, Saint-Raphaël se extiende y se relaja. Por un lado, en los senderos resplandecientes del Estérel; por otro, a lo largo de las calas bañadas por el mar Mediterráneo. Todo está allí. Una combinación de tierra y mar que te impresiona...
Dejarse arrullar por los sonidos del mar, caer en un sueño profundo, saborear la Costa Azul en todo su esplendor desde tu balcón, contemplar el paisaje desde la cama, ducharte con los ojos bien abiertos... En las habitaciones y suites las ocasiones para desconectar se multiplican.
Dejarse arrullar por los sonidos del mar, caer en un sueño profundo, saborear la Costa Azul en todo su esplendor desde tu balcón, contemplar el paisaje desde la cama, ducharte con los ojos bien abiertos... En las habitaciones y suites las ocasiones para desconectar se multiplican.
Bajo el pinar, mirtos, granados, romero y lavanda... plantados junto al Estérel. Un maquis lleno de aromas, entre el mar y el cielo.
Bajo el pinar, mirtos, granados, romero y lavanda... plantados junto al Estérel. Un maquis lleno de aromas, entre el mar y el cielo.
Frente a la refinada arquitectura modernista de los años cincuenta, la torre sarracena de la vecina Île d'Or reclama tu atención. Desde los balcones y terrazas, en una tumbona o en la cama, en tu bañera o en la piscina de agua salada... el azul del Mediterráneo y sus reflejos plateados te hipnotizan.
Frente a la refinada arquitectura modernista de los años cincuenta, la torre sarracena de la vecina Île d'Or reclama tu atención. Desde los balcones y terrazas, en una tumbona o en la cama, en tu bañera o en la piscina de agua salada... el azul del Mediterráneo y sus reflejos plateados te hipnotizan.
Cuando el mar está a la vista, el interior se desvanece. Disfruta de la comodidad y funcionalidad de muebles de líneas claras, crudas y naturales iluminados por cortinas luminosas; de los apliques de loza de Guy Bareff, los fondos de color de Rosemarie Auberson y los sillones de Willy Guhl... Una atmósfera de « cabaña » de ayer y de hoy, arraigada y errante.
Cuando el mar está a la vista, el interior se desvanece. Disfruta de la comodidad y funcionalidad de muebles de líneas claras, crudas y naturales iluminados por cortinas luminosas; de los apliques de loza de Guy Bareff, los fondos de color de Rosemarie Auberson y los sillones de Willy Guhl... Una atmósfera de « cabaña » de ayer y de hoy, arraigada y errante.
Los libros y la música se turnan para ayudarte a sentir mejor Les Roches Rouges. Novelas de vacaciones y ediciones de coleccionista; eclécticos fondos musicales llenos de luz que conjugan bossa, new jazz y clásicos franceses, o animados conciertos de música pop. La mezcla perfecta.
Los libros y la música se turnan para ayudarte a sentir mejor Les Roches Rouges. Novelas de vacaciones y ediciones de coleccionista; eclécticos fondos musicales llenos de luz que conjugan bossa, new jazz y clásicos franceses, o animados conciertos de música pop. La mezcla perfecta.
Arquitectos, escultores, anticuarios, diseñadores de sonido, pintores, paisajistas… todos ellos firman la singularidad de Les Roches Rouges.
Arquitectos, escultores, anticuarios, diseñadores de sonido, pintores, paisajistas… todos ellos firman la singularidad de Les Roches Rouges.
Arquitectos, Festen
Cautivados por el mar de los Roches Rouges, quisieron sacar todo el partido posible a esta relación. El resultado fue una arquitectura moderna abierta al Mediterráneo.
Pintora
Esta artista estadounidense se complace en crear un diálogo entre colores y formas, líneas y zonas planas sobre papeles de diferentes calidades. Les Roches Rouges le han inspirado para crear obras puras basadas en una paleta de azules, desde los más claros hasta el casi negro.
Anticuarios
Especializados en muebles de diseñadores franceses de la segunda mitad del siglo XX: Pierre Charreau, Charlotte Perriand, Jacques Adnet, Guy Bareff, Willy Guhl...
Escultor
Influido por la escuela de Vallauris y muy apreciado en los años setenta, Guy Bareff volvió a sus orígenes hace unos diez años, gracias al encuentro con los anticuarios Hélène Breheret y Benjamin Desprez. Para los Roches Rouges, aceptó realizar los apliques de arcilla que tanto éxito han cosechado.
Diseñador de sonido
Esta oficina de tendencias musicales crea para Les Roches Rouges fondos musicales llenos de luz y color, con notas de jazz, samba, pop... más o menos rítmicas o sensuales según el lugar y la hora del día.
Pintora
Baila y dibuja. Extiende grandes hojas de papel en el suelo de su estudio, coge un pincel y recorre la superficie del papel realizando una coreografía. El resultado es un « trazo », una composición de formas abstractas y colores vivos.
Paisajista
Desde sus estudios en la famosa escuela de paisajismo de Versalles, este marsellés ha multiplicado sus proyectos en Córcega, Marruecos... y ha tenido tiempo de llevar a cabo dos expediciones botánicas alrededor del mundo para buscar y aclimatar plantas. En Les Roches Rouges, junto a Gwenaëlle Grandjean, ha creado un auténtico jardín mediterráneo.